El ágata morada es una variedad de ágata que se caracteriza por sus tonos de púrpura y violeta profundos, a menudo con bandas y patrones en su superficie. Esta piedra semipreciosa es valorada por su belleza y propiedades curativas. Se cree que el ágata morada fomenta la paz interior, la calma emocional y la creatividad. Además, se utiliza en prácticas espirituales para mejorar la intuición y la conexión espiritual, y en joyería por su atractivo estético y versatilidad.